jueves, 7 de febrero de 2013

Mi voz no cuenta: Carta a los diputados que nos gobiernan.

Señores/as diputados/as del Gobierno,


Se disponen ustedes a votar, el próximo día 12, acerca de si admiten o no a trámite la Iniciativa Legislativa Popular sobre la dación en pago que, con casi 750.000 firmas (entre ellas la mía), presenta la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca).

El portavoz del grupo parlamentario mayoritario en el Congreso ya ha anunciado que el PP votará en contra de rechazarla sin, ni siquiera, darse el gusto de debatirla.
Pues bien, dado que ya han decidido ustedes de antemano no entrar siquiera a debatir las propuestas que, avaladas por 750.000 ciudadanos y ciudadanas, se van a presentar en la Cámara que dice representar  A TODOS LOS CIUDADANOS, silenciando por tanto la voz a tod@s aquell@s que hemos firmado dicha ILP, al menos me van a permitir que, desde mi humilde blog, les diga lo que pienso yo que demuestran ustedes con esta negativa:

No tienen ustedes vergüenza. Ni dignidad política. Ni humanidad. Ni les interesa lo más mínimo la gente que MUERE (sí, repito: MUERE) debido al drama de los deshaucios.
Solo les importan las encuestas. Perpetuarse en el sillón. Dejarlo todo atado y bien atado para que ustedes y sus amigos de las grandes empresas privadas puedan seguir beneficiándose de los recursos que son de todos en beneficio propio. Preparar el terreno para su pensión vitalicia y su cargo de "asesor" en cualquier empresa previamente privatizada por ustedes o por los anteriores gobiernos.
No son ustedes demócratas. Se hartan de dar lecciones de supuesta democracia, moral, ética y sensatez, y de lo único que se preocupan es de sus propios intereses, o de poder mantener sus absurdas y salvajes tradiciones.

Recortan en Educación, en Sanidad, en Justicia, en servicios sociales, en I+D, en políticas de empleo, en medio ambiente, en transporte, en cultura, en empleo público, y en definitiva en todo aquello que puede servir para levantar el país y ayudar al pueblo llano, que no lo olviden nunca, es quien les permite calentar ese sillón.

Nos lo quitan a nosotros para dárselo a los bancos, al lobby energético, a la UE, al FMI, a S&P (¡incluso al de Eurovegas!), y a toda la horda de interesados y ladrones que merodean alrededor del poder ejecutivo-legislativo-judicial (lo de la separación de poderes convendrán conmigo en que, a estas alturas, suena a coña marinera), tanto a nivel estatal como en casa de sus jefes, un poco más al norte, allá en Bruselas.

Y todo bajo la atenta mirada de su bien entrenado aparato mafioso-policiaco-judicial,que se encarga de aplastar a cualquiera que intenta alzar la voz más allá de lo que ustedes están dispuestos a escuchar, mientras actúa con pereza y tibieza, como mucho, contra la corrupción endémica que pudre los cimientos de SU sistema (no se escandalicen: Voy a cumplir 32 años, queda muy lejos para mi la opción de haber podido votar SU Constitución).

Y encima tiene uno que escuchar como, ante la sincera, emocionada y elocuente intervención de Ada Colau, la portavoz de la PAH en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, el presidente de dicha comisión se permite exigir que rectifique porque el "pobre" (¡JA!) portavoz de la banca se ha sentido ofendido y los diputados amenazados.

¿PERDÓN?.

Tengan ustedes la mínima vergüenza de, al menos, reconocer para quién trabajan en realidad.

Tengan ustedes la mínima decencia de reconocer la realidad, de admitir que utilizan a sus votantes (y a los contrarios, porque luego se otorgan, con menos del 30% real de los votos, la legitimidad absoluta absolutista) para hacer y deshacer a su antojo.

Y tengan ustedes, por último, presente una cosa:  

Si nos callan en la calle a tortazos, porrazos y pelotazos; si tratan de instaurar el miedo para que la gente no se atreva siquiera a alzar la vista a su paso; si nos ahogan con contratos de mierda que dan poder a los empresaurios para, p.ej., echarnos si hacemos huelga; si nos cobran por la sanidad; si nos intentan adoctrinar con su educación partidista, retrógrada y segregacionista; si intentan, incluso, censurar la libertad de expresión en internet; y si, por último, se ríen de nosotros cuando intentamos utilizar los escasos medios "legales" que en teoría nos dejan para intentar cambiar las cosas:
Traten de calcular mejor las consecuencias de sus actos, porque nos están empujando más allá.

No olviden nunca quién les ha prestado el asiento desde el que se ríen de nosotros.


Quién sabe cuándo les pueden deshauciar de él.


Juanra.








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