miércoles, 17 de julio de 2013

La fiesta de la Democracia popular


Es curioso como una palabra con un significado tan bonito y tan emocionante como DEMOCRACIA se ha ido pervirtiendo desde su significado inicial "Gobierno del Pueblo", a lo que ahora pretenden hacer pasar por democracia, es decir, al sistema político que rige el mundo occidental, y más en particular, el estado español.
Y digo es curioso porque ahora se ha asociado el término democracia únicamente a este sistema, siendo tachado de antidemócrata todo aquel que se atreve a disentir y a decir que este modelo no es ni mucho menos perfecto, y desde luego no refleja ese significado, el del Gobierno real del Pueblo.
Intentan que nos quedemos con la idea de que un buen "demócrata" es aquel que acepta las cosas como vienen impuestas, es decir: Elecciones cada 4 años, y una vez votado, a aceptar con cara de agradecimiento todo lo que los elegidos hagan, supuestamente por nosotros, y buscando nuestro bienestar. Que las cosas son y deben ser así, y que por nuestro propio bien debemos elegirlos a ellos para que dirijan nuestros asuntos y decidan y ejecuten por nosotros.

Tal vez este sistema pareciese válido viniendo de una larga dictadura militar, con una sociedad para nada acostumbrada a elegir, y mucho menos a tener libertad para tomar sus propias decisiones; pero parece obvio que, 38 años después de la muerte del dictador, y 35 después de la aprobación de la actual (y tan ignorada para unas cosas y superada en otras, la pobre) Constitución, nuestro sistema, nuestra "democracia" no funciona, y la gente necesita más.

Del 22 al 30 de Junio se ha celebrado en todo el Estado una consulta ciudadana, llamada "Plebiscito Ciudadano".
Dicha consulta ha lanzado a las calles y plazas de buena parte del país a un montón de voluntari@s que, a modo de sondeo y de primera piedra de un largo camino, se ha decidido a preguntarle a la gente si quieren que gente con sus propios intereses sigan decidiendo por ellos, o si por el contrario quieren que se les consulten los asuntos importantes y poder participar del Estado de una forma directa y, esta vez sí, realmente DEMOCRÁTICA.

La respuesta, fuera ya de interpretaciones de cantidad de participación (eso da para otro post, y además los resultados del escrutinio son aún parciales), ha sido abrumadora:

La gente está harta de que la tomen por tonta. Harta de que su opinión no cuente y, lo que es peor, que intenten hacerles creer que su opinión no vale, sea esta opinión la que sea: A favor o en contra de pagar la deuda de los bancos con dinero público; a favor o en contra de defender los servicios públicos; a favor o en contra de endurecer el marco legal contra la corrupción; o incluso a favor o en contra de establecer estas consultas, estos plebiscitos, como una herramienta permanente en nuestro sistema.

El caso es que la gente QUIERE que le pregunten. Quiere hablar sobre las cosas, quiere ser escuchada. Que le expliquen bien cómo son las cosas, no cómo nos dicen que debemos creer que son. En definitiva, todo aquél que se paraba delante de la mesa, votase o no, votase en un sentido o en otro, quería dar su opinión. Todos te daban sus propios argumentos: Unos más cercanos a la línea editorial de la prensa del sistema, otros más cercanos a posturas "anticapitalistas", muchos desde el escepticismo y el convencimiento de que esto no servía para mucho... Pero querían dar sus argumentos.

Papeleta de voto del Plebiscito Ciudadano
Por eso, por esos 5 minutos en que cada persona que se leía las preguntas y, decidiese o no participar, demostraba que no somos tan tontos como pretenden hacernos creer; por los intercambios de opiniones que se organizaban alrededor de la mesa; por las críticas constructivas que surgían de la lectura y comprensión de los temas propuestos; por el agradecimiento que muchos hacían a los que actuábamos como voluntarios en las mesas; y por supuesto por la colaboración y camaradería surgida entre los voluntarios, pertenecientes a distintos colectivos unos, a título personal otros, pero involucrados todos en que esto saliese adelante.
Por todo eso, ha merecido la pena el esfuerzo, el trabajo, el llegar a casa ya de noche tras el metódico recuento, el levantarte al día siguiente con dolor de espalda... Porque solo pensar en todo lo anterior hacía que el esfuerzo mereciese la pena, y estabas deseando que llegase nuevamente el momento de volver a las calles del barrio, volver a la mesa y a la urna a hablar con la gente, a charlar, a debatir, a enfurruñarte y a emocionarte, y a participar, todos juntos, en la auténtica fiesta de la Democracia.


Juanra.

viernes, 12 de abril de 2013

Microrrelato: "En todas partes cuecen habas".

He vuelto a caer, lo reconozco: Os dejo un nuevo microrrelato. 
Esta vez la frase de inicio tenía que ser: 

¡Calla y arregla de una vez la cisterna del váter, que gotea!

Espero que os guste.

 En todas partes cuecen habas.
 
-¡Calla y arregla de una vez la cisterna del váter, que gotea!

-Vale cariño, ¡pero te juro que anoche lo volví a arreglar!.

Dos horas antes del alba, Flik y Flok salen de su escondite, esquivan la trampa anticucarachas del baño y avanzan hasta llegar al váter, se cuelan por el hueco que tienen abierto en la tubería, y llegan hasta la pequeña despensa donde guardan las provisiones que no pueden esconder en su guarida.
Al llegar, Flok exclama:
-¡Por fin cariño, estoy hambriento!.
Flik, con la vista clavada en el hueco de acceso al almacén, de nuevo cerrado, replica:
-¡Calla y arregla de una vez la puerta, que está bloqueada!.


Juanra.

viernes, 15 de marzo de 2013

Microrrelato: "Lotería de Navidad"

Por tercera vez, me he decidido a escribir un microrrelato para el concurso de la Cadena Ser y escueladeescritores.com.

 Me gusta la idea de resumir una idea en una pequeña historia de 100 palabras.

Esta semana los relatos tienen que empezar con la frase:

"No sé", murmura Manuela compungida.


Aquí os lo dejo. Espero que os guste.


Lotería de Navidad

"No sé", murmura Manuela compungida.

“Pero vamos a ver, niña: ¿cómo no vas a saber dónde lo dejaste?. ¡Por el amor de Dios, ni que viviésemos en Buckingham Palace!.”

“Cariño, déjala, seguro que si se relaja recuerda lo que hizo con él. Venga Manuela, intenta hacer memoria, tal vez lo tiraste al limpiar...”

“Señora, lo siento... No recuerdo...”

“¡Ya me tienes harto!. ¡O me dices ahora mismo qué has hecho con el décimo o no respondo!. ¡Te lo dije Mari!. ¡Mira que contratar a una desharrapada extranjera...!”

“Julián, ¿ese que sale por la tele en la Administración de Lotería no es tu hermano Luis?”

“...”


Juanra.

jueves, 7 de febrero de 2013

Mi voz no cuenta: Carta a los diputados que nos gobiernan.

Señores/as diputados/as del Gobierno,


Se disponen ustedes a votar, el próximo día 12, acerca de si admiten o no a trámite la Iniciativa Legislativa Popular sobre la dación en pago que, con casi 750.000 firmas (entre ellas la mía), presenta la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca).

El portavoz del grupo parlamentario mayoritario en el Congreso ya ha anunciado que el PP votará en contra de rechazarla sin, ni siquiera, darse el gusto de debatirla.
Pues bien, dado que ya han decidido ustedes de antemano no entrar siquiera a debatir las propuestas que, avaladas por 750.000 ciudadanos y ciudadanas, se van a presentar en la Cámara que dice representar  A TODOS LOS CIUDADANOS, silenciando por tanto la voz a tod@s aquell@s que hemos firmado dicha ILP, al menos me van a permitir que, desde mi humilde blog, les diga lo que pienso yo que demuestran ustedes con esta negativa:

No tienen ustedes vergüenza. Ni dignidad política. Ni humanidad. Ni les interesa lo más mínimo la gente que MUERE (sí, repito: MUERE) debido al drama de los deshaucios.
Solo les importan las encuestas. Perpetuarse en el sillón. Dejarlo todo atado y bien atado para que ustedes y sus amigos de las grandes empresas privadas puedan seguir beneficiándose de los recursos que son de todos en beneficio propio. Preparar el terreno para su pensión vitalicia y su cargo de "asesor" en cualquier empresa previamente privatizada por ustedes o por los anteriores gobiernos.
No son ustedes demócratas. Se hartan de dar lecciones de supuesta democracia, moral, ética y sensatez, y de lo único que se preocupan es de sus propios intereses, o de poder mantener sus absurdas y salvajes tradiciones.

Recortan en Educación, en Sanidad, en Justicia, en servicios sociales, en I+D, en políticas de empleo, en medio ambiente, en transporte, en cultura, en empleo público, y en definitiva en todo aquello que puede servir para levantar el país y ayudar al pueblo llano, que no lo olviden nunca, es quien les permite calentar ese sillón.

Nos lo quitan a nosotros para dárselo a los bancos, al lobby energético, a la UE, al FMI, a S&P (¡incluso al de Eurovegas!), y a toda la horda de interesados y ladrones que merodean alrededor del poder ejecutivo-legislativo-judicial (lo de la separación de poderes convendrán conmigo en que, a estas alturas, suena a coña marinera), tanto a nivel estatal como en casa de sus jefes, un poco más al norte, allá en Bruselas.

Y todo bajo la atenta mirada de su bien entrenado aparato mafioso-policiaco-judicial,que se encarga de aplastar a cualquiera que intenta alzar la voz más allá de lo que ustedes están dispuestos a escuchar, mientras actúa con pereza y tibieza, como mucho, contra la corrupción endémica que pudre los cimientos de SU sistema (no se escandalicen: Voy a cumplir 32 años, queda muy lejos para mi la opción de haber podido votar SU Constitución).

Y encima tiene uno que escuchar como, ante la sincera, emocionada y elocuente intervención de Ada Colau, la portavoz de la PAH en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, el presidente de dicha comisión se permite exigir que rectifique porque el "pobre" (¡JA!) portavoz de la banca se ha sentido ofendido y los diputados amenazados.

¿PERDÓN?.

Tengan ustedes la mínima vergüenza de, al menos, reconocer para quién trabajan en realidad.

Tengan ustedes la mínima decencia de reconocer la realidad, de admitir que utilizan a sus votantes (y a los contrarios, porque luego se otorgan, con menos del 30% real de los votos, la legitimidad absoluta absolutista) para hacer y deshacer a su antojo.

Y tengan ustedes, por último, presente una cosa:  

Si nos callan en la calle a tortazos, porrazos y pelotazos; si tratan de instaurar el miedo para que la gente no se atreva siquiera a alzar la vista a su paso; si nos ahogan con contratos de mierda que dan poder a los empresaurios para, p.ej., echarnos si hacemos huelga; si nos cobran por la sanidad; si nos intentan adoctrinar con su educación partidista, retrógrada y segregacionista; si intentan, incluso, censurar la libertad de expresión en internet; y si, por último, se ríen de nosotros cuando intentamos utilizar los escasos medios "legales" que en teoría nos dejan para intentar cambiar las cosas:
Traten de calcular mejor las consecuencias de sus actos, porque nos están empujando más allá.

No olviden nunca quién les ha prestado el asiento desde el que se ríen de nosotros.


Quién sabe cuándo les pueden deshauciar de él.


Juanra.